La transición de la papilla a los alimentos sólidos es una fase crucial dentro del desarrollo físico y emocional de las aves. Los polluelos de loro están con papilla hasta su emancipación. Progresivamente se introducen los alimentos sólidos en la dieta del ave. No es aconsejable retirar la papilla hasta que estemos seguros de que el loro come bien por si sólo.
Al nacer los polluelos están desprovistos de plumas, son ciegos y sordos, son aves nidícolas. Dependen absolutamente del cuidado de sus padres. La etapa del crecimiento en la que se encuentran se llama neonatal. La segunda etapa del desarrollo se denomina transicional.
Una vez que son capaces de coordinar sus movimientos y perciben todos los estímulos de su entorno comienza la socialización, que es la etapa más relevante para su vida adulta. En este periodo deberán aprender a señeccionar su alimento, identificar el peligro, protegerse de los depredadores, comunicarse con otros individuos de su grupo, etc.
La alimentación está estrechamente ligada a la conducta de los animales. Todas las actividades previas ala ingestión, como la búsqueda, la exploración y la manipulación de la comida son también parte esencial del proceso de alimentación. Al conjunto de estas actividades se le conoce como conducta alimentaria. Los loros ocupan el 60 % du tiempo en esta conducta alimentaria. La mayoría utilizan pies y pico para manipular e ingerir los alimentos. Los más jóvenes aprenden que ingredientes seleccionar y cómo hacerlo. Además, les permite estar alerta de los depredadores. Habitualmente en la cría de psitácidos como animales de compañía los polluelos se separan de sus padres. Debemos tomar consciencia que un polluelo no sabe que es él quien debe proveerse el sustento, y ni siquiera sabe cuál debería ser su alimento.
Para que un programa de emancipación se considere exitoso debe conseguir que sean los animales quienes busquen el alimento, necesitamos promover las conductas de exploración y búsqueda, también llamadas de forrajeo.
Debemos crear una atmósfera confortable, recreando un entorno que se asemeje a las condiciones de vida libre.
Entre estos estímulos que se le presentan debe estar incluida la comida sólida: pienso, frutas, verduras, pasta de cría, etc. Una vez hemos constatado que el loro consume sólidos cada día en cantidades significativas, entonces sí que podremos iniciar la reducción de als tomas de papilla. Siempre debemos hacerlo de forma gradual y retirando primero las tomas del medidodía, de tal manera que la primera toma de la mañana y la de la noche serán las últimas en eliminarse.
El alimento que se les ofrece debe ser equilibrado y fabricado especialmente para la especie que estamos tratando. Es importante considerar que cuanta mayor variedad de alimentos les ofrezcamos en ese momento tendrán mayor estimulación sensorial, lo que se traducirá en mayor interés por descubrir cosas nuevas.
Un animal en buen proceso de emancipación no debe pasar hambre. Es necesario mantener a los animales bien comidos, sin angustia por hambre y cuidando que no queden colmados de comida. Es habitual que los psitácidos pierdan un mínimo porcentaje de su peso durante la etapa en la que se reducen las papillas, debemos cuidar que esa pérdida de peso no sea excesiva.
Cuando los polluelos se someten bruscamente a cambios de alimentación que les suponga pasar hambre, pueden manifestar conductas anormales así como aumentar la susceptabilidad a enfermedades. Así pues, el animal no debe estar llorón ni emitiendo un reclamo constante.
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