Un grupo de especialistas investiga las relaciones entre el entorno de algunos peces en sus acuarios y la posible aparición de comportamientos violentos. Algunas especies de peces pueden plantear ciertos problemas de agresividad, motivados por causas diversas. Las conclusiones a las que se llega en la investigación pueden resultar de gran utilidad no sólo para entender mejor el comportamiento de los peces en cautividad, sino también para que los criadores y aficionados puedan ofrecer mejores condiciones a estos animales, y mejore su bienestar.
El bienestar de los peces de acuario puede no parecer importante, pero teniendo una cantidad tan grande de ellos en cautividad, resulta un reto.
Mediante la colocación de rocas, plantas y objetos similares, los investigadores aumentaron la complejidad de los entornos de los peces en los acuarios y llegaron a la conclusión de que la agresividad en estos peces puede atenuarse si se utilizan acuarios de mayor tamaño o si los entornos poseen una complejidad mayor, potenciando el bienestar de los peces.
El comportamiento agresivo no guarda relación con cambios a pequeña escala, sin embargo si que hay una diferencia significativa en entornos suficientemente amplios y complejos. Estos entornos mayores, más parecidos a sus hábitats reales, provocan comportamientos más naturales.
El comportamiento de estos peces puede servir como modelo base de otros comportamientos más complejos. Este estudio podría ayudarnos a entender mejor cómo cambian los comportamientos humanos cuando la gente está inmersa en diferentes entornos sociales, cómo podría ser el ámbito reducido de una prisión.
Fuente: Revista Especies
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