Esta pregunta se la formula más de una persona, tanto propietarios como profesionales. Es un caso un tanto peliagudo según como se mire. Si el animal huele de manera normal (lo habitual en un perro) y es cosa del olfato del propietario, el problema está resuelto; se le aconseja un inhibidor de olores, colonias o perfumes exclusivos para perros. Pero si el caso es que realmente el perro genera más olor de lo normal, lo primero que se suele pensar es que esté mal alimentado, que no lo bañan lo suficiente o que tiene alguna patología en la piel.
El hecho de dar las sobras de las comidas a las mascotas no es ningún delito. El problema viene al darles comida casera de manera regular a diario que, aparte que puede traer consigo una nutrición mal equilibrada, provoca que el cuerpo del animal huela más. Es uno de los motivos que también hacen que se suela recomendar piensos de calidad para cubrir las necesidades alimenticias, incluso acompañados de complementos nutricionales para cubrir algunas carencias de estos seres tan queridos.
Patologías dermatológicas
No se tiene que descartar nunca la posibilidad de que el animal presente alguna patología en la dermis que provoque el mal olor e incluso hedor en el perro. A veces, una inspección veterinaria puede dar un diagnóstico cuya conclusión sea que el problema viene por algún tipo de disfunción o algún síntoma de alguna enfermedad. Un chequeo a tiempo con un veterinario sería lo recomendable para descartar posibles enfermedades silenciosas.
La piel
Se tiene que tener en cuenta que la piel canina tarda hasta cuatro días en secarse después de haber realizado un baño. Con esta premisa, se tienen que valorar cuáles son los hábitos de la mascota, o la del propietario, a la hora de marcar su frecuencia de baños.
A muchos perros les encanta el agua, y se tiran dentro. Esto sucederá si se hacen paseos con él por zonas con ríos, pantanos, mar, etc., o si el propietario tiene alguna balsa o piscina: seguro que se meterá dentro. El problema viene cuando esto lo hace casi a diario; la piel nunca está seca y, al final, puede provocar mal olor.
En el caso de que sea el propietario a quien le gusta bañar a su mascota de manera muy periódica (en menos de una semana), el problema es el mismo: la piel estará muy limpia pero siempre estará húmeda. Aunque los champús que se utilicen sean de uso veterinario o para tratar patologías, no es aconsejable.
Parece contradictorio, pero en el caso de los perros, aunque tenga una enfermedad en la piel como los hongos, y se esté tratando con un champú especial, lavarlo en menos de 5 días no es muy aconsejable. En muchos casos lo único que se consigue es crear un círculo vicioso, ya que se perjudica al perro con un excesivo nivel de humedad. Nunca se acaba de solucionar el problema.
Muchas veces se suele señalar que algunas razas tienen tendencia a producir mal olor. No está del todo claro ni está demostrado que esto sea así, pero en algunos casos parece que sí. Sin embargo, se ha de tener en cuenta también que, dependiendo de la raza que se trate, sí es verdad que tienen gran afinidad por tirarse a la piscina, balsa o rio. Es el caso del Labrador o Golden Retriever, grandes animales del agua. Esto hace que si lo hace regularmente, la piel esté húmeda de manera muy frecuente y puede generar mal olor con el tiempo.
A veces, los casos son muy difíciles y no se logra detectar cual es el motivo o motivos exactos de la generación del mal olor excesivo.
Terapias alternativas
Al igual que con las personas, no se tiene que descartar la alternativa de consultar en un especialista en terapias naturales para poder ayudar. En muchos casos, por el motivo que sea, no se logra encontrar el problema del mal olor perruno. Al igual que se ha consultado a un veterinario, sería muy bueno recomendar pasar por alguna terapia natural como puede ser el Reiki, Flores de Bach, cromoterapia, etc.
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