Si estas interesado en este artículo probablemente tengas un gato/a. Y si lo tienes probablemente te habrás preguntado como es posible que una lata que semanas antes le “chiflaba” ahora le provoque una total e inexplicable indiferencia.
Al observar este comportamiento, optamos, por cambiarle de lata, pienso o golosina. Estamos actuando de la mejor forma?
La respuesta es NO. Y seguidamente entramos en la explicación detallada y la mejor forma de actuar.
Antes de entrar en materia, debemos saber que las preferencias alimentarias de nuestros gatos se definen en su infancia. Concretamente durante los seis primeros meses nuestro lindo gatito come todo lo que le ofrece su madre o su propietario.
Después rehúsará cualquier alimento nuevo por motivos distintos: nuevo sabor no reconocible, diferente textura o incluso mismo sabor y textura pero cambio en el olor (del alimento o del entorno).
Por lo tanto, como habrás podido deducir, si nuestro gatito tiene una alimentación variada durante sus primeros seis meses tendrá unas preferencias alimentarias menos “difíciles” que otros que no hayan dispuesto de esa variedad.
Por otra parte, si nuestro gato es capaz de obtener su alimento preferido con su lindo ronroneo se convertirá en un gato exigente y “caprichoso”. Probablemente muchos de nosotros nos encontremos en esta fase.
Sepa que nos aconseja nuestro veterinario, en la siguiente parte:
Porque los gatos tienen un gusto tan selectivo. Parte II (será publicada el 18/03/2011)
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