Los perros y los gatos machos tienen un tamaño corporal ligeramente mayor que las hembras. Los perros machos también son algo más dominantes y más activos. Las hembras suelen ser más fáciles de educar y de acostumbrarles a la casa. La castración de los perros reduce los comportamientos diferentes sexualmente; los perros machos presentarán disminuciones en conductas tales como las de montar, de vagabundear, de marcar el territorio con orina y la agresión a otros perros machos. La castración de los gatos reduce el olor a orina y disminuye conductas tales como las de luchar, de rociar orina y de vagabundear pero no ejerce efecto alguno sobre la caza. La castración de las gatas y perras reduce la conducta del celo y el rociamiento de orina asociado. Aproximadamente el 10% de las gatas castradas y el 5% de los machos castrados siguen rociando orina.
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