Se fijan mucho

Un estudio realizado por investigadores italianos demuestra que los perros observan y entienden la actitud generosa que se establece entre humanos para conseguir comida.

Un reciente estudio llevado a cabo por especialistas en psicología de diversas universidades de Animal Behaviour discute sobre la capacidad que los perros tienen para observar el comportamiento entre las personas cuando se trata de buscar fuentes de comida. Se han realizado experimentos sobre cómo los perros observan las relaciones que se establecen entre seres humanos cuando está en juego la obtención de alimento. Los resultados indican que los perros tienen una capacidad mucho más refinada de lo que hasta ahora se pensaba para distinguir actitudes altruistas entre seres humanos, y que en consecuencia prefieren a las personas que han demostrado una mayor generosidad con sus semejantes.

Fueron convocados un centenar de perros, acompañados de sus propietarios, y a los animales finalmente seleccionados se les hizo presenciar una pequeña escena en la que participaban 2 actores. Cada uno de ellos llevaba sendos recipientes con distinta comida, que les fueron mostrados a los perros para que reconocieran su contenido. Posteriormente aparecía en escena un tercer actor, cuyo papel era el de mendigo, que se acercaba a los otros dos portadores de comida y les pedía que la compartieran con él. Uno de ellos se negaba, mientras que el otro se la daba. Los animales fueron divididos en varios grupos, y para cada uno de ellos la aceptación y el rechazo por parte de los actores se manifestaba de formas distintas: unos lo hacían solamente con gestos, y otros con gestos y mediante la voz. Lo que los investigadores querían comprobar en primer lugar era la reacción de los perros. Los resultados no dejaron lugar a la duda: la mayoría de los perros, en todos los grupos, optaron por acercarse al actor que había demostrado generosidad con el mendigo.

El estudio también se interesó por cuáles eran los indicios que influían más poderosamente en su toma de decisiones: los gestuales o los verbales. Se llegó a la conclusión de que los gestos no son suficientes para que los perros puedan distinguir entre una persona dadivosa y otra tacaña, y que el factor más importante para ellos a la hora de tomar una decisión de este tipo es la voz.